Correspondencias y otros mitos

Balada del carro bávaro

canción de cuna

Hinein, hinein, que vienen, que han llegado.

Un silencio de paja por las cuadras

lejanas.

Han venido en la noche, y han dejado

sólo el heno

de las caballerizas.

Han venido en la noche de los bancos

con los motores cargados de níquel

y avaricia.

Schlaf, mein Liebe, Hacienda somos ellos,

y nuestros campos, nuestra siega,

suyos.

Schlaf, schlaf un sueño aquí a mi vera.

Duerme en sus bridas blancas

un sueño sin bandera.

Hinein, hinein, que traen su rodillo

de cascos y piafidos,

que por los cables del teléfono

ya se acercan,

ya se acercan.

Hinein, escucha ya sus alas

batiendo la victoria sobre el cielo.

Cuatro caballos blancos

que beben mar del norte,

cuatro corceles negros

que comen nieve y miedo.

Hinein, mein Liebe, por tu vida.

Traen abrasadas las aguas de Europa

y en una copa

suenan las horas.

En sus lanzas y estacas, ondeando,

los cordones del Dirndl y la asfixia

rebosante del Dirndl.

No te pongas un Dirndl,

si te cogen, mein Liebe, si te prenden

no te dejes ahogar el pecho,

que no opriman tus senos

con un Dirndl.

¿Oyes? Ya están aquí,

ya somos ellos.

Pero no temas, ya termina todo.

El puerto de Hannover arderá

esta noche.

Respiraremos Brötchen y alquitrán,

quemarán nuestras playas

cuatro caballos blancos,

salarán nuestros besos

cuatro corceles negros.