Correspondencias y otros mitos

Miseria primera

Me hundo en este pozo de miseria,

la miseria diaria de los hombres.

Y me echas de menos, no me llames:

no quiero caridad, ni tu consuelo.

Me quiero hundir como la vida hunde:

solo, sin dignidad y sin remedio.

Así quiero esperar los tristes días,

los tristes días sin amor ni cielo.