Montse, casada

Casas, El ajenjo, 1892, detalle de la bebedora.

La Montse, a sus treinta y dos años, todavía se siente capaz de enamorar a un hombre y, lo que es aún mejor, todavía se sabe capaz de amar como el primer día.

Diálogo de los borrachos o Las bragas de l'Aneta en el pensamiento

del taller. Desque no está en manos del viejo Umbert, salen cada día un poquito más tarde. Y el viejo Joan Pere, a poco que esté oscureciendo en la calle, se lleva al Lluc a tomar unos vinitos a sitios que él conoce bien. El muchacho no...

Las manos de la Montse

Sucede un día cualquiera. La Montse se despierta una mañana en la cama con ganas de besar a otro hombre. Se llama Lluc y se conocen de la plaza. Ella va, él viene. Ella lo saluda, él le da los buenos días. Ella le sonríe (porque le...

Diálogo del Cisco y en Fageda sobre la mujer de uno

—De vegades em miro la dona i penso què coi foto'mb ma vida que no me l'estic follant tot el puto dia…

—Què dius ara, noi?

Esto último lo pregunta el Cisco antes de darle una chupada larga y sentida al cigarrillo. En Fageda, a su lado, no acaba...

Los cuartos traseros de la Montse con giro al final

La Montse baja las escaleras a una voz de la Lleonarda, «c'aquí demanen per tu!». Se ha echado un pañolón por encima y anda descalza, como cuando tenía quince años. Pasa al salón y ve a la tabernera en su mecedora, junto al fuego del hogar: «Qui...

El Lluc y la luna larga

de la jornada laboral y se ha pasado todo el día sin ninguna gana de plegar. A última hora, cuando no le iban a decir nada por ponerse a pasar la escoba sobre el mucho serrín del suelo, ha cogido una silla vieja y ha comenzado a...