El día estaba quieto como una mala cosa, como si no fuera a pasar nada más en Sant Mena. Las nubes eran grises y frías y el silencio, de algún modo, pesaba sobre todas las cosas calladas. El Carles reconocía la crudeza del invierno por la escarcha...
Aquella noche de finales de octubre de 1985 no hubo luces en el cielo de Sant Mena, ni estruendo de voces en las montañas cercanas. Se produjo, sin embargo, una pequeña bajada de tensión en la red eléctrica, semejante, en su duración, a un bostezo grotesco y...