Levanta la vista y encuentra al Joanet, el brutote de la Remei, sentado en el poyo de piedra que da a su casa. Es un joven antiguo, como los poetas aquellos que gustan a su padre.
El Joanet sin sueño
El Joanet no puede dormir. Hace rato que piensa que debería distraerse pensando en cualquier cosa, por dormirse, pero la verdá es que no tiene nada en qué pensar y, como no duerme, piensa que no duerme y, pensando que no duerme, no duerme. Es más, se...
Las lecciones de l'Encarnació
Se añora de hace un rato, cuando estaba metida en la cama y el sol, muy perezoso, se colaba por la ventana de su habitación. Las sábanas le estaban haciendo mucho bien desque la despertara el ruïdo de la hora fabril que lleva a la gente...
Diálogo de la azotea o La resignación de las feas

unos pocos escalones más, antes de abrir la puerta. Luego sale a la azotea y recibe todo el azul del cielo en los ojos:
—Quin dia, tu!
—Veritat?
L'Encarnació baja la vista a los tejados del barrio y, como se le antojan prosaicos de aburrimiento, se vuelve sobre sus pies...