Juliana, barragana

Furini, Sigismunda con el corazón de Guiscardo, 1640, detalle de Sigismunda.

Vistiéndose, tropezaba en memorias tristes. Recordaba la faja que se ceñía con fuerza todas las mañanas y los mantos de paño grueso que acostumbraba a vestir para tapar sus vergüenzas.

El recuerdo de la Juliana bajo la escalera que lleva de la puente vieja al molino

Piensa, al masturbarse en el hueco de la escalera que lleva de la puente vieja al molino, en la libertad que la movía a levantar los pies en el aire y dejarse penetrar por aquel pene humilde y suyo. Él, que embestía como un bestia, se vaciaba...

Las cavilaciones del bachiller Joan Pere

Desque el Guiraut abriese la boca para soltar aquello de «la Bertrana, si jo hi vaig, me fa una palla quan li dic versos d'amor», el bachiller Joan Pere se debate fuertemente sobre la quaestio en cuestión: ¿pandémica o celeste? Su amor hacia l'Aldonça es blanco, desde...

La dicha de la Remei o La determinación de los miserables I

Pichot Gironés, Escena de mercat, 1906-11.

Visto de fuera, l'Aleix no comprende a qué responde la dicha de la pobre Remei. Él ha llegado a su puesto de frutas huyendo de cierto aire sombrío que va tras sus pasos y ella solamente ha sabido responderle con una sonrisa sincera y franca: «Voldràs un...

El Teo y el ardor de la noria

Finalmente, la Juliana se echa en la hierba y se arremanga la falda: «Vin'aquí, homenot», y el Teo, l'homenot, va y se pone encima de la Juliana sin pensarlo. Del mismo modo que la ha seguido a la umbría de los huertos por la senda de la...

Diálogo de la azotea o La resignación de las feas

Amades, Costumari català, Barcelona, Salvat Editores, 1950, tomo I, página 265, detalle de un cielo de brujas.

unos pocos escalones más, antes de abrir la puerta. Luego sale a la azotea y recibe todo el azul del cielo en los ojos:

—Quin dia, tu!

—Veritat?

L'Encarnació baja la vista a los tejados del barrio y, como se le antojan prosaicos de aburrimiento, se vuelve sobre sus pies...