Acto 14
El acero gira dos mil quinientas revoluciones por minuto
accionado por la furia ciega del motor: el gres chirria primero
grita después en un escalofrío polvoriento que asola pasillos
que escapa de pronto al tragaluz
El acero gira dos mil quinientas revoluciones por minuto
accionado por la furia ciega del motor: el gres chirria primero
grita después en un escalofrío polvoriento que asola pasillos
que escapa de pronto al tragaluz