Acto 8
Del esternón duro contra el suelo.
Las grietas empiezan por baldosas.
Ni un murmullo. Ni una gota de sangre.
Por la piel después. Por las mejillas
hasta los ojos. Ni una lágrima.
Nada.
Del esternón duro contra el suelo.
Las grietas empiezan por baldosas.
Ni un murmullo. Ni una gota de sangre.
Por la piel después. Por las mejillas
hasta los ojos. Ni una lágrima.
Nada.