Algunas noches de julio

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Están sentadas en un banco de la plaza — la luz de la farola entre el verde de las ramas de dos falsas acacias; los columpios en sombra, muy quietos; la fuente grande abandonada a su silencio monumental; la pequeña, a un chorrito de agua, a un reguero pobre por el suelo… Y hablan — las ve hablar. Mira por la ventana: mira a ver qué hace la paquita, además de reír, de hablar, de comerse el bocadillo, A + A + A, y piensa, izquierda, abajo-izquierda + Z, en sus tetas; no es sólo eso, arriba-derecha + Z, abajo + Z, es que es rubia, y sabe que tiene los ojos claros, diría que azules; echa un vistazo, algo furtivo, abajo + abajo-derecha + derecha + C, y compara con las otras: son grandes (las tiene más grandes); abajo + abajo-derecha + derecha + A, abajo + abajo-derecha + derecha + C, arriba-derecha + Z rápido, seguido de abajo + Z y derecha + abajo + abajo-derecha + derecha + C por todo lo alto: «YOU WIN!». Parece que mira.