Las marítimas

Tinc l'amarga enyorança d'aquell temps de les Èglogues

Vicent Andrés Estellés

Égloga X

Fue Gutemberg ayer, Faraday será tierra.

Novísima égloga, Ernesto Barroso.

Baja con todo su caudal la pena

sobre la cara gacha de Varinia,

se recuesta sobre los rostros de los otros,

recostados a orillas de su llanto.

Aporrean y llaman a las puertas

de la corriente, otras, otras penas,

mezclándose en sus leves ondas, otras

tristezas y lamentos, otras, otras.

De los ojos le cuelgan largas ovas,

goteando verdín en sus mejillas.

Un trasiego de ovas empapadas

con su rostro verdoso y adherido.

Un agua de alfileres y estropajos

canta angustias de amor en su garganta,

tuerce angustias de amor entre sus carnes,

tuerce hipos y ahogos encharcados.

De pronto callan móviles y dedos,

callan voces y pasos, callan ellos.

ENFERMERA

Familiares de Marco…

VARINIA Yo, su novia.

ENFERMERA

Lo siento mucho, sólo familiares.

Se le queda un silencio atravesado

en el pecho, en medio de su pecho,

frío y callado, de vidrio en silencio.

VARINIA

¡Quiero verlo! ¡Oídme! ¡Quiero verlo!

Nadie dirá que ya no es mío, ¡nadie!,

más que su cuerpo ya sin vida.

NEMOROSO Pobre…

Anda, Silvano, ve a ver si le dejan…

VARINIA

Ya se pueden desaguar mares y océanos…

Mi dulce Marco, que flotando tibio,

atrapado en las zarzas submarinas,

mi amor de siempre, yo ya soy tu olvido.

SILVANO

Nada, sólo los padres o su esposa.

VARINIA

¡¿Y yo qué soy, eh?! ¡Yo soy su mujer!

Tengo doscientas sogas y mil cabos

atados a su cuerpo sin latido.

Soy suya a todas horas, soy su sombra,

tengo su estrella muerta cada día.

GALATEA

Llevémosla a olvidar. Que le dé el aire.

La llevan abrazada y recogida

fuera del hospital, hacia la playa.

GALATEA

Ven, Varinia. Acércate, cariño.

VARINIA

¡Dejadme de una vez, dejadme todos!

Dejad que caiga como él cayó.

¡Soy sola! ¡Soy la viuda de las rocas!

¡Ya soy la caja hueca del armario!

CORO DE BARCAS 1

En la mar, mi niña,

habré de quedarme,

sin que venga nunca

a buscarme nadie.

VARINIA

Ya habrán palidecido tus pupilas

y yo habré muerto en ellas para siempre.

Espejo de mi amor, yo fui tus niñas,

y ahora sólo espejo de tu muerte.

CORO DE BARCAS 2

A la mar, mi esposo,

las olas, la mar.

Me ahogaré de pena,

que no sé nadar.

VARINIA

Devuélveme mis lágrimas de antes,

devuélveme mis lágrimas vertidas,

que tengo ya desierto en las mejillas

y me queda una vida de llorarte.

CORO DE BARCAS 1

En la mar, mi niña,

habré de quedarme,

sin que venga nunca

a buscarme nadie.

VARINIA

Tengo prohibidos los caminos, todos

los caminos del mundo, cada senda

cruza la faz dormida de tus hombros,

me tienta a perseguirte al fin, me tienta.

Ya se me va tu ayer de entre los labios.

No me arranques tu ayer de golondrina

ni tus besos de ansiada primavera:

los despedaza el hoy y los olvida.

CORO DE BARCAS 2

A la mar, mi esposo,

las olas, la mar.

Me ahogaré de pena,

que no sé nadar.

VARINIA

No queda más que mundo ya en mi pecho

y es mi llanto sirena sin escamas.

No me naufragues a tu amor sin torso,

a tu cumbre de hienas y de acero.

CORO DE BARCAS 2

Me ahogaré de pena,

que no sé nadar.

VARINIA

Vendrá el reloj a recordarme siempre

que todo es duna y tiempo, tiempo y duna,

Hay un cuerpo flotando a la deriva.

Vedlo, porque es el mío que te busca.

CORO DE BARCAS 1

A la mar, mi esposo,

las olas, la mar.

VARINIA

La marea de horas ya me acecha.

Son tantas y tan largas, son tantas.

Ya se marcha el crucero por la línea.

Adiós. Adiós con mi alma sin vida.

Ninguno osa acercarse a la viuda,

sólo acude la plácida embestida

del mar a sus tobillos, a su oído;

del mar en su memoria, y su sangre

gimiendo "Marco…" por toda la orilla.