Correspondencias y otros mitos

Conciencia de objetor

Garraf, 9 de febrero

En tu pecho recuerda mi mejilla

a menudo el fragor de la batalla,

ruido de cascos, silbidos de lanzas,

y la curva del cielo, otras noches.

Recuerda en el rumor de tus latidos

las hileras de cuerpos enfriándose,

gritando en la estocada con sus ojos

muy abiertos; y luego, un espasmo.

Corté las trenzas de mis sienes antes

de conocer mi boca tantos besos.

Me quitaste las grebas, la coraza

en esta misma tienda, ¿cuánto hace?

¿Cuánto llevamos ya en este desierto?

Que me busquen si quieren, tú tranquila,

en la arena de Libia los amantes

son espejismos, dos granos de arena.

Vuelve a abrirme tus piernas como fauces

que el frío vuelve a acariciar la tienda.